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Ingredientes:
- 1 Kg de membrillos limpios
- 750 de azúcar
- 1 limón
Elaboración:
Limpiamos bien los membrillos, con un cepillo que raspe o bien con el
estropajo de “nanas”, para quitarles la pelusa, luego los lavamos bien.
Lo cortamos en trozos, (yo no los pelo) menos las semillas, los ponemos en un bol y
los pesamos.
Lo echamos a una cazuela grande,
incorporamos el
azúcar y un limón cortado en cuartos, (si queréis podéis
exprimirlo un poco por encima del membrillo), lo dejamos reposar un
par de horas para que se vaya deshaciendo el azúcar o dejarlo toda la noche y
hacerlo por la mañana.
Lo ponemos al fuego medio,
mezclamos todo bien y lo dejamos que vaya hirviendo a fuego suave, removiendo
de vez en cuando, (vigilar que no os salte quema de verdad)
hasta que veamos que queda un color oscuro, apagamos el fuego.
Esperamos un rato si queremos para
que no nos salpique antes de triturarlo.
Lo extendemos en una bandeja
grande si luego lo queremos cortar en porciones para envasarlo al vacío o en bandejas pequeñas.
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